domingo, 6 de agosto de 2017

Colombia, campeona sudamericana de fútbol de salón femenino

Foto de El Espectador.

Colombia se coronó campeona sudamericana en el microfútbol femenino en Tunja. Era el único título que le faltaba a esta disciplina que sigue demostrando un gran crecimiento. En el cumpleaños de Tunja, una ciudad micrera que vibra semana a semana tanto con hombres como con mujeres, la selección femenina festejó el único título que le faltaba a la federación de futbol de salón colombiana por obtener. Hace 4 años Colombia le remontó 3 a 2 el marcador a Venezuela en Barrancabermeja para ganar el Mundial, esta vez se corona campeona sudamericana ante el mismo rival pero sin mayores complicaciones con un contundente 6 a 0.

A pesar de tener todos los pergaminos y ser una potencia mundial, el futbol de salón sigue siendo un deporte solitario. No cuenta con demasiados patrocinios y el apoyo estatal es escaso, casi nulo. El propio presidente de la federación, Manuel Sánchez Aguirre, hacía un llamado público a Clara Luz Roldán, directora de Coldeportes, en cuanto se coronaron campeonas las chicas. Al micro le toca así, rogado a pesar de seguir ganando. Lo cierto es que desde que apareció el futbol sala, el microfútbol o fútbol de salón ha sufrido mucho del olvido que tenemos.

Incluso el propio presidente Santos confunde el deporte. "Felicitaciones a la selección femenina de futsal, campeonas invictas de Mundial en Barrancabermeja. Ejemplo para nuestros jóvenes", señaló Santos a través de su cuenta en Twitter en el 2013. Sin embargo, la audiencia no desaparece. Señal Deportes demostró que #EllasJueganXseñal es una merecida transmisión. Somos potencia mundial, al público le gusta el micro y lo más importante, nuestros deportistas merecen el acompañamiento.

Para Cartagena es un orgullo aparte tener en la selección Colombia a Yurica Mármol y Luz L. López Buelvas. La primera repite títulos con la mayor, la segunda ingresó en la convocatoria y debutó con la tricolor. Mención especial para Mireya Fermín, actual jugadora de Real Cartagena femenino,  Mulatas Caribeñas también de Cartagena y #10 de la selección venezolana.

La final del sudamericano de fútbol de salón femenino por Señal Colombia fue un éxito. Y las dirigidas por Luis Mario González eran las favoritas para ser campeonas en la final; las que sorprendieron fueron las venezolanas al derrotar a Brasil en la semifinal. Por un valor de $10.000 los espectadores en el coliseo del barrio San Antonio en Tunja apreciaron las semifinales entre Paraguay y Brasil con marcador de 5 a 1 a favor de las brasileñas, y la gran final del Campeonato Suramericano Femenino Mayores de Fútbol de Salón.



Este es el equipo que integra a las jugadoras de la Selección Colombia:

Magaly Vergara
Laura Gómez
Paula Botero
Diana Ospina
Marcela Restrepo
Shandira Writght
Maryori Lopera
Paola Estrada
Diana Celis
Carolina Melo
Natalia Riveros
Yurika Mármol
Luz Leidy López
Leidy Calderón


sábado, 1 de abril de 2017

Lo bueno, lo malo y lo feo de la primera liga profesional femenina en Colombia


El fútbol femenino es una realidad, así lo reconoce la FIFA con sus cifras, pues entre 2000 y 2006, el fútbol aficionado creció en 16% en hombres y 138% en mujeres (López García, 2015). Así mismo para el 2016 el número de mujeres alrededor del fútbol ascendió a 30 millones y se estima que para 2019 sea de 45 millones, aprovechando el mundial de Francia, donde se cumplirán 25 años del primer mundial femenil. A nivel institucional también ha sido impresionante el crecimiento ya que en el 2008 “sólo 22 asociaciones miembro tomaron parte de las iniciativas sobre el desarrollo del fútbol femenino” según Gianni Infantino, presidente de la FIFA. Hoy en día 195 naciones miembros lo hicieron.

La CONMEBOL también tomó medidas para que el fútbol femenino progrese en nuestra región. Desde 2009 se creó la Copa Libertadores femenina para fomentar la inclusión de mujeres en el fútbol sudamericano, pero la competitividad sigue siendo muy baja. Con la ley que exige a cada equipo masculino tener uno femenino, la inclusión en el deporte dejará de ser un espejismo para convertirse en realidad.

Sin dudas, este 2017 será un año especial para el fútbol femenino mundial, en especial el sudamericano. A partir de este año tendremos varias ligas femeninas debutantes, incluyendo la colombiana. La nuestra arranca siendo una de las más atractivas ya que la selección nacional logró ganarse el respeto de todos con sus participaciones internacionales, especialmente en el mundial de Canadá de 2015 con la victoria ante Francia, una de las potencias mundiales, y en los Juegos Olímpicos de Río 2016 con el empate a 2 ante la toda poderosa selección de Estados Unidos. Pero también por lo que institucionalmente está consolidado y lo que se viene en el mediano y largo plazo. A continuación, lo bueno, lo malo y lo feo de la primera liga femenina en Colombia.

Lo bueno:
Las chicas de la selección Colombia tienen lo que merecen después de pedirlo y lucharlo tanto. Algunas tienen procesos con la selección desde 2008, por lo que han estado en convocatorias de sub 17, sub 20 y mayores para sudamericanos, mundiales y Juegos Olímpicos. 

Este torneo nacional ayudará a que suba el nivel de la selección. Nosotras entrenábamos cada seis meses o cada año, y ahora pasamos a entrenar diariamente en doble turno y jugamos cada ocho días. El nivel de todas va a subir y así la selección va a seguir creciendo, porque además se van a mostrar muchísimas más niñas que deseaban tener esta oportunidad y podrán ahora ser tenidas en cuenta”, comentó a la FIFA.com la #10 del combinado nacional, Yoreli Rincón, que pertenece al Patriotas Boyacá.

Por su parte Daniela Montoya, antioqueña, volante 6 del seleccionado nacional dijo: “Era lo que necesitábamos. Hicimos grandes logros inesperados sin tener una liga ni un ritmo competitivo. Ahora que tenemos contratos profesionales podemos darle la prioridad al deporte y eso repercutirá en aumentar el nivel del torneo”. Montoya, decidió seguir con Envigado Formas Íntimas al tiempo que terminará sus estudios también vinculados al deporte.
La FIFA también señala como punto aparte, la consolidación de la liga profesional femenina como un proyecto casi completo, donde se destaca la apertura a la transmisión de partidos (un punto que en otras ligas de más renombre aún no se consigue), el acompañamiento de la empresa privada y el gobierno nacional, y los incentivos educativos para las jugadoras del equipo ganador. En conclusión, fue un ‘FELICITACIONES’, así, en mayúsculas por este hito conseguido.


Para los cuerpos técnicos que han venido fomentando el fútbol femenino en Colombia, también significa una gran oportunidad para dejar la informalidad y crecer como profesionales. Distintos clubes amateurs o aficionados se aliaron con los equipos profesionales dado que la DIMAYOR no permitió que surgieran como independientes. Por eso, Formas Intimas está representando a Envigado, Botín de Oro está con Bucaramanga, Generaciones Palmiranas se alió con Cortuluá, Real Pasión con Fortaleza, Élite Cartagena con Real Cartagena, Futuro Soccer está con Independiente Santa Fe, entre otros. 
El arbitraje que históricamente ha sido un espacio casi exclusivo para hombres, también tiene una oportunidad inigualable para las mujeres con la liga femenina. La prioridad la tienen ellas, y mientras la liga avance, la calidad de árbitras también crecerá. Por eso fecha tras fecha, aparecen distintas árbitras que esperaban una chance en el balompié nacional. Algunas como María Victoria Daza con amplio recorrido y la consigna de FIFA.
El periodismo es otra de las áreas que termina beneficiada con la entrada del fútbol femenino profesional. Con esto no sólo se benefician mujeres, sino también medios independientes o periodistas que sigan el deporte. Algunos sitios web como futbolfemeninocolombiano.com o feminafutbol.com, ya venían realizando un cubrimiento excepcional a la actualidad del fútbol femenino nacional y mundial. Otros son jóvenes talentos que ven una oportunidad para crecer aprovechando un campo donde no todos los medios realizan cubrimientos. En lo personal este es un sueño y una gran oportunidad laboral, pero también un compromiso que hago conmigo misma para ser mejor y ayudar a que la mayor cantidad de personas posibles sepan que pasa con nuestros equipos, en especial, con el de mi ciudad.
Los espectadores también resultan beneficiados con mayor espectáculo, y una información más variada y versátil en deportes, sobre todo porque según una investigación publicada en Communication & Sport por Cheryl Cooky, Michael A. Messner y Michela Musto, menos del 5% del contenido en los grandes canales deportivos está destinado al deporte femenino (Salinas, 2017).
Aquí es donde interviene el mercado, que también se expande oportunamente. Con el mejor mundial de la historia para la selección masculina en 2014 y la femenina en 2015, el campeón de América siendo colombiano (Nacional) y el pasado de la sudamericana también (Santa fe), los clubes profesionales seducen más fácilmente a los grupos empresariales y el dinero de privados. El marketing ha sido fundamental para el crecimiento del fútbol masculino, la idea es que con las mujeres sea igual. De arranque el proyecto cuenta con patrocinios de empresas como Avianca en alianza con Coldeportes, pero se necesita más apoyo, por ejemplo, en la publicidad para los equipos.
En general la entrada del fútbol femenino profesional genera mayor crecimiento, más empleos y la expectativa de que las nuevas generaciones puedan tener las facilidades para practicar el deporte sin pasar por tantos obstáculos como sí lo hicieron los de la presente y pasada generación.
En México y Venezuela también iniciará una liga profesional en el 2017. Sin embargo, en México las plantillas serán sub 23 y en Venezuela todos los contratos de las jugadoras serán de un salario mínimo. En Argentina, donde ya hay una liga profesional, el fútbol femenino crece cada año un 400 por ciento, aunque no hay cifras reales porque la AFA (Asociación del Fútbol Argentino) no tiene registro”, según afirma Paula Fernández Delgado, fundadora de la escuela formativa privada de Fútbol a lo Femenino.

La CONMEBOL astutamente avaló mediante una ley que todos los equipos masculinos deben tener uno femenino en sus respectivas ligas si quieren participar en las próximas copas internacionales. De hecho, la FIFA implementará esta medida desde 2021, lo que indica que en la década entrante tendremos un número récord de clubes femeninos en el mundo.
Algunas jugadoras extranjeras optaron por jugar en Colombia en vez de esperar la liga de sus países, lo que favorece la competitividad. Por ejemplo, para Oriana Altuve, venezolana y goleadora de la pasada Copa Libertadores femenina, seguramente había una oportunidad en su país, pero el proyecto de Independiente Santa fe parece más atractivo. Algunos estaban preocupados porque se permitan tantas extranjeras, pero la DIMAYOR explicó que hoy se permiten 8 cupos para extranjeras, a partir de 2018 serán 6 y en el 2019 se regulará a 4 cupos por equipo.

Institucionalmente nos falta mucho para que este sea un proyecto autosostenible, pero podemos decir que el fútbol femenino es uno de los deportes con mayor crecimiento en el mundo. Apenas estamos notando la revolución que se viene, lo más positivo es que la apuesta en Colombia haya sido interdisciplinar y tenga el apoyo de líderes como Clara Luz Roldán, que además impulsa el discurso de género: “Con esto se promueve la participación de las mujeres en todos los niveles y estructuras del deporte, con la finalidad de potenciar la igualdad material entre hombre y mujeres como lo indica el Comité Olímpico Internacional”, dijo Roldán, primera mujer en ser directora de Coldeportes. Así mismo, Jorge Perdomo, presidente de la DIMAYOR, se mostró “muy complacido con el inicio de la Liga Femenina” y afirmó: “El sueño de las niñas era que Colombia contara con una liga femenina de fútbol. La sociedad colombiana necesita ser incluyente para que haya un verdadero cambio”.

Lo malo:

Hay quienes se preguntaban por qué Nacional, Medellín, Cali, Junior, Millonarios y otros más, no sacaron un equipo femenino, y también porqué están jugando Copa Sudamericana o Libertadores si la nueva reglamentación de Conmebol no les permitía participar. Pues bien, esto porque la ley entrará en vigencia a partir de 2019, sin embargo, esto significa que si estos equipos son campeones o acceden a la próxima copa, necesitarán sí o sí tener un equipo para ese año, lo que implica que en el 2018 muy posiblemente iniciarán su participación en la Liga.

Eso sí, lo harán desde una posible segunda división dado que la mayoría de equipos chicos accedieron a tener un equipo femenino desde 2017. Algunos lo hicieron escapándole a 2 división (ya suficiente tienen con el equipo de hombres en la B), otros por publicidad para el club y algunos porque ya tenían ideas para iniciar un equipo femenino. La razón depende mucho de la ciudad, la cultura deportiva y la capacidad de pago de los equipos. Por ejemplo, Envigado es un club acostumbrado a formar jugadores, mientras que Alianza Petrolera es un club que aspira a ser importante en su región.

Ahora bien, ¿por qué los equipos grandes no participan en la liga femenina en Colombia? Según las declaraciones no hay una lógica conjunta. Por ejemplo, el presidente de Millonarios, Enrique Camacho, afirmó en octubre de 2016: nosotros no participaremos por el déficit económico del club, que se incrementó con la reciente sanción que tuvimos y que llega a 3.400 millones de pesos. Así no podemos invertir en una Liga Profesional Femenina y armar un equipo de alto nivel competitivo de acuerdo a lo que es nuestra historia y tradición”. Mientras que Álvaro Gonzales Rubio, presidente de Junior anunció en marzo de 2016 que veían “con mucho interés” la posibilidad de entrar a la liga, pero en octubre del mismo año expresó que el cuadro barranquillero “tenía otras prioridades”. Álvaro Martínez, presidente del Deportivo Cali, alude otra razón para no estar presentes: “No podemos salir a sacar un recogido de niñas y hacer un equipo profesional de un momento a otro”. En marzo el directivo del equipo ‘azucarero’ dijo que no habían pensado en tener un equipo femenino, pero tendrían que analizarlo y al igual que los otros presidentes en octubre informaron que no iban a participar.

Caso diferente fue el de Atlético Nacional que tardó un poco más para rechazar la invitación de la DIMAYOR. Entonces, ¿por qué renunciaron a tener un equipo femenino? En agosto del 2016 un grupo de dirigentes se reunieron en Cartagena. Los directivos de Millonarios, América, Cali, Nacional, Junior, Medellín, Tolima y Once Caldas conformaron el denominado G8 del fútbol colombiano. La idea era llevar propuestas a la DIMAYOR con respecto a temas muy específicos: la posibilidad de un gobierno corporativo, es decir, un cambio en el modelo administrativo donde no haya un presidente y una asamblea, sino una junta directiva, y una mejor distribución de los dineros de los contratos por derechos televisivos. Sobre este último punto, Martínez quien además es el líder del grupo dijo: Hay países como Perú y Chile, con economías parecidas a las nuestras, que sus equipos más representativos reciben de 4 a 5 veces más que lo que recibimos los equipos colombianos. Eso hay que revisarlo y nos hemos asesorado muy bien para no hacer peticiones desproporcionadas a la realidad de lo que ingresa por televisión". Es decir, buscaban que el dinero por las transmisiones de televisión sea más proporcional, por lo tanto, los favorezcan más a ellos como equipos grandes, con hinchadas en todo el país.
Presidentes del G8 en Cartagena. Foto de 'El Heraldo'.

Estas propuestas no fueron tenidas en cuenta por la DIMAYOR en la asamblea que se realizó en septiembre, y a partir de entonces hubo un distanciamiento entre ambas partes. Los clubes determinaron no participar en la Liga femenina impulsada por DIMAYOR y fue allí donde las declaraciones empezaron a distorsionarse. El hecho de que los derechos televisivos en la liga femenina sean mucho menos significativos también pudo haber interferido, pero la rebeldía de los grandes de Colombia llevó a darle la espalda a la iniciativa histórica, al menos en un principio.
América de Cali fue el único club del G8 que accedió a participar, principalmente porque el proceso ya estaba muy adelantado y la hija de Don Tulio, presidente del club, se hizo cargo desde un principio. Santa fe terminó siendo la contracara del G8. César Pastrana, presidente del club, mostró su interés desde el principio por participar en la liga femenina, aunque fue señalado por sus acercamientos a la DIMAYOR, en especial con Jorge Perdomo, presidente del mismo.
Lo cierto es que la pelea entre los dirigentes y la DIMAYOR terminó afectando los intereses del fútbol femenino colombiano. Afortunadamente la liga inició con pie derecho pero habría sido mucho más significativo con los equipos grandes de por medio. La competitividad, el dinero, los contratos, la televisión, la publicidad y sobre todo el espectáculo habrían aumentado la expectativa de todos.
A los clubes pequeños les sienta bien no tener tanta competencia en el camino. Los casos de Orsomarso y Cúcuta se destacan, especialmente porque sus equipos masculinos están en 2 división y hasta el momento son protagonistas de la liga femenina con una capacidad estructural, deportiva y económica menor a la de equipos como Millonarios, que igual acude a un tema económico para renunciar a la liga. El hecho es que una “inversión importante” en el fútbol femenino termina siendo insignificante comparado con el de los hombres.
El mejor ejemplo es el presente de Atlético Nacional. Es el campeón de la pasada Copa Libertadores de América, sí tenía un proceso previo con mujeres en su club, y de haberse concretado la alianza con Formas Íntimas, iba a ser al igual que con los hombres, el favorito al título. El club no dio una respuesta formal porque dinero sabemos que tiene, tanto que se inauguró un centro de alto rendimiento a finales de enero donde hubo un desembolso de 11 mil millones de pesos.


Ahora bien, los medios tampoco se preocuparon demasiado porque los grandes se hayan lavado las manos de su pelea con la DIMAYOR a través del futbol femenino. Mejor dicho, entre declaraciones diplomáticas de los propios presidentes de los clubes, no llegaríamos a entender por qué equipos como Junior o Cali no tienen un equipo femenino, pero sí lo tienen Alianza Petrolera o Unión Magdalena. 

Además está el hecho, no menor, que algunos de los que rechazaron la propuesta contaban con una base con la que podían competir sin necesidad de grandes alianzas con clubes aficionados, por ejemplo Millonarios, Nacional o Medellín. Algunos dirigentes se pronunciaron al respecto, y sea justificable o no, pero lo hicieron, el resto permaneció en silencio, pero no tanto como la propia prensa que poco cuestionó las declaraciones o la falta de las mismas.

La verdad es que poco se habla de fútbol femenino. Las notas personales a las jugadoras de selección Colombia como Yoreli Rincón, Leicy Santos o Nicole Regnier son las más fáciles de encontrar, pero a excepción de Santa fe y América es muy difícil saber de los equipos y su andar, tanto así que haciendo un seguimiento en la prensa escrita nacional, solo hasta la 4ta. Fecha de la liga, el periódico ‘El Espectador’ publicó los resultados de la jornada. En otros casos era fácil encontrar si el Patriotas de Yoreli o el mismo Santa fe, que ha conseguido más titulares, ganó o perdió. La televisión no se queda atrás, los canales nacionales han realizado un cubrimiento pobre a la liga femenina. Sabemos que en comparación con la de hombres hay mucha diferencia sobre todo en el número de seguidores, pero lo mínimo sería impulsar un resumen. Win Sports como canal dueño de los derechos televisivos ha aprovechado la publicidad de ser el canal de deportes de Colombia, pero ni siquiera en la página web se encuentra un apartado para ver las próximas fechas y lo que se ha jugado. La DIMAYOR tampoco ha hecho la tarea completa. En el recuadro principal no aparece la liga femenina, como si pasa con los otros torneos en competencia. De hecho cada jornada es anexada como una nota adicional. ¿Acaso es mucha tarea ubicar la liga femenina en el recuadro al que todos acceden cuando buscan la información rápida?



Lo feo:

Primero debíamos tener una liga, ahora hay que trabajar por ella. Siendo conscientes, sabemos que la liga femenina aún no logra el profesionalismo deseado pues en varios aspectos mantenemos un nivel aficionado. Esto también es normal, poco a poco la competencia deberá ir exigiendo más a todas las partes. Las chicas, por ejemplo, sabemos que muchas son menores, algunas no tienen las condiciones físicas ni la fundamentación técnica para el profesionalismo, pero en general el nivel por equipos ha superado las expectativas de la mayoría.

La adaptación será todo un proceso donde los clubes deben poner mucho de su parte. Bucaramanga ha sido uno de los más criticados debido al trato que se le ofrece al equipo femenino. Según Lasdosorillas.com y feminafutbol.com, las leopardas no arrancaron la liga entrenando en la sede oficial del club porque no hubo permiso y el club no respondió porqué. Así mismo, hasta antes de empezar la liga la prensa local no sabía cuánto se le iba a pagar a las jugadoras ni cuál sería el cuerpo técnico. Peor aún, hasta el día de hoy en la página oficial solo aparece el plantel masculino y en un apartado algunas fotos de las mujeres, pero sin nombres ni referencias. Real Cartagena también tuvo un episodio desafortunado. En la fecha #5 enfrentando a Envigado en el Jaime Morón se dio a conocer que el partido sería a puertas cerradas sin aviso público previo. A las jugadoras se les avisó un día antes para que sus familiares y allegados pudieran ingresar al estadio sin problemas, no obstante tanto la prensa como los espectadores estaban confundidos y sorprendidos por la acción disciplinaria. El rumor corría previamente pero el club no dio declaraciones al respecto ni explicó por qué se presentó esta medida.

Por su parte la DIMAYOR lanzó una campaña por la equidad de género aprovechando el 8 de marzo como trampolín: “Nuestro compromiso desde la DIMAYOR es: “YO @DIMAYOR #MECOMPROMETO CON EL FÚTBOL PROFESIONAL FEMENINO”. El compromiso debe ser consecutivo, no se puede descuidar el proyecto. Por eso la prensa debe hacer un mejor seguimiento, en especial los locales a sus respectivos clubes; los equipos deben ser conscientes de la situación, las mujeres deben seguir actuando como profesionales en la cancha y mejorando en los entrenamientos; los espectadores, en su mayoría público familiar, debe seguir acompañando a los equipos; la DIMAYOR debe seguir teniendo voluntad y disposición; la empresa privada debe seguir apoyando las finanzas pre establecidas, así se conseguirá que la liga se consolide como proyecto deportivo; la voluntad política será fundamental para el desarrollo del fútbol femenino en Colombia.  


miércoles, 8 de marzo de 2017

Día Internacional de la Mujer


El 8 de marzo más que un día para felicitar, sirve para recordar lo mucho que ha cambiado el mundo para las mujeres de hoy. Son múltiples las luchas que asumieron para ganarse su lugar en la sociedad. Logros como el voto, una mejor remuneración laboral, el derecho a la educación y muchos más, fueron conseguidos con años de protestas y exigencias para una mejor calidad de vida. Pero aun así, todavía tenemos que luchar por la igualdad e incluso por nuestras vidas.

En mayo se cumplirán 5 años de la muerte de Rosa Elvira Cely y su escalofriante caso sigue siendo motivo de duelo nacional. A mediados de mayo de 2016, la Secretaria de Gobierno de Bogotá culpó a la propia Rosa Elvira de su propia violación. La indignación fue general y las críticas no se hicieron esperar, por eso el Distrito no tardó en retirar el polémico concepto.

Es increíble, pero casi que se puede decir que cada país en el mundo tiene un caso como el de Rosa Elvira Cely, que les indigna y apena por siempre. Debería parecer una exageración, pero esa es la triste realidad de las mujeres en el mundo. En Brasil, por ejemplo, en mayo de 2016 una niña de 16 años fue violada por 33 hombres en Río de Janeiro. Hoy la víctima puede ser una, mañana otra con diferente nacionalidad o religión, pero lo cierto es que 1 de cada 3 mujeres sufre violencia física o sexual, principalmente a manos de un compañero sentimental según la OMS.




La historia dicta que a veces se necesitan casos así de aberrantes para cambiar el curso actual y asegurarse de que no se repitan más. Pero con la violencia de género, no sé sabe hasta cuándo, ni cuantas victimas más arrastrará. Nos seguimos preguntando, ¿Qué más necesitamos para erradicar el machismo de nuestras vidas? ¿Acaso se necesitan más víctimas como Rosa Elvira o la adolescente en Brasil para que como sociedad nos miremos al espejo y reconozcamos colectivamente lo mal que estamos? Es suficiente. Es momento de un cambio profundo en nuestro sistema, nos lo debemos hace demasiado tiempo.

Desde l975, la ONU estableció que el 8 de marzo sería el día en el que unimos fuerzas para apoyar la lucha por los derechos de las mujeres, pero también para enaltecer sus grandes triunfos y su valentía y coraje; sin embargo, más que celebración debe significar un compromiso, para reducir la violencia de género, acompañar las protestas por desigualdad económica, para que no se presenten más casos como los de Jazmín Álvarez, o Rosa Elvira Cely y Yuliana Samboní, que en paz descansen. También para apoyar el feminismo junto a la creciente participación política de mujeres y la defensa contra el acoso callejero. Por eso y mucho más, felicitemos a las mujeres por lo que se ha conseguido, y acompáñennos en nuestras luchas diarias para que cada próximo 8 de marzo sea menos lo que necesitemos exigir y más lo que debamos celebrar.