jueves, 8 de septiembre de 2016

Paralímpicos: Bueno, bonito y barato



Este 7 de septiembre se encendió el fuego paraolímpico en el mítico Maracaná, es sólo el primer día y ya brindó alegría, lágrimas y hasta protestas. Río 2016 será la edición #15 de los Paralímpicos donde 22 deportes tendrán acción hasta el 18 de septiembre y promete de más, por tener el número más alto de deportistas en participación y ser los primeros en suelo sudamericano.

Con el Maracaná lleno se anunció que “la fiesta apenas va a comenzar”. A eso de las 5 de la tarde hora local, aún había fila para comprar ingresos, mientras en la entrada el ambiente ya estaba formado. A diferencia de la clausura, esta vez las familias brasileñas se hicieron presente, tanto así que las filas para crispetas (pipocas en Brasil) era más grande que la de cervezas. Era la oportunidad perfecta para compartir un bonito recuerdo con los niños pequeños, especialmente porque esta vez los precios eran mucho mas accesibles. En Olímpicos la inauguración a ultima hora era casi imposible conseguirla y si contabas con suerte, el precio mínimo eran 1500 reales (casi un millón quinientos mil pesos colombianos). Tal vez por eso los brasileños creían que la clausura sería así de difícil de comprar, pero la verdad es que quedaron boletas por vender y se podían conseguir hasta por 100 reales. En Paralímpicos decidieron llenar el Maracaná. Las entradas más baratas se vendían a 50 reales (sí, menos de 50 mil pesos colombianos…) gracias a la opción de mitad de precio para estudiantes, profesores o mayores de 60 anos, que muchos aprovecharon.

Mientras los espectadores subían para ubicarse en sus puestos, los atletas paralímpicos eran recibidos en las puertas del estadio con samba y bailarines, algunos de ellos discapacitados. Todo era parte de la organización, que reunió a las delegaciones como preámbulo para el espectáculo mayor que tuvo a cada delegación desfilando por el estadio con un juego de luces que decoraba las gradas con los colores de cada bandera. Alegría por donde se le mire.

Lo que algunos no sabían era que el actual presidente de Brasil, Michel Temer, estaría en la ceremonia, por lo que en cuanto fue anunciado por Phillip Craven, presidente del Comité Paralímpico Internacional, el abucheo fue inmediato. No pudo decir más que lo necesario para declarar abiertos los Juegos Paralimpicos, y hasta la televisión brasileña intentó esquivar el vergonzoso momento cuando miles en el estadio gritaban “Fora Temer!” y otros miles más intentaban apaciguar a los protestantes. No pudieron callar las miles de voces que se pronunciaron a propósito de la crisis que vive el país, a pesar de que para muchos el escenario no era el ideal. Aún así, hasta en las caras de los que estaban cerca de Temer se notó que fue el momento más serio pero gracioso de la ceremonia. Cuando Carlos Arthur Nuzman, presidente del Comité Olimpico Brasilero, dio su discurso también recibió abucheos pero por agradecer el apoyo de los gobiernos federales, estaduales y municipales para la realización de los Juegos. A la gente tampoco le gustó y por más de un minuto Nuzman tuvo que esperar pareciendo una reina de belleza cuando escucha la pregunta y analiza con cara de nervios lo que va a decir, a que acabara el griterío que contó con varios “Fora Temer” y “Brasil, Brasil”.



Lo que a todos los espectadores les encantó fue el vaso de recuerdo que entregaba Coca Cola por la compra de una botella de 600 ml, sobre todo teniendo en cuenta que la mayoría no pudo estar en las dos ceremonias anteriores, donde también hubo de esas “lembrancas”. Tanto gustó que en los pasillos la gente compraba de a 3 y terminaba acogiendo más los vasos para dejar a un lado las bebidas. Se trata de vender más que agradar…



La ceremonia fue larga pero llena de momentos emotivos. El espectador fue paciente para esperar los nostálgicos y conmoverse, como cuando un grupo de niños con discapacidad salieron con la bandera paralímpica acompañados de sus padres que parecían canguros llevándolos mientras saludaban al público.

Lo impensable también se vio como el bellísimo show de Amy Purdy, atleta paralímpica para Estados Unidos en Sochi 2014 que bailó junto a un robot y vislumbró a todos, incluida la máquina que terminó haciéndole reverencias.

También pasó con los inesperados como cuando la ex atleta paralímpica Márcia Malsar hizo que todos contuvieran la respiración por unos segundos cuando cayó mientras llevaba la antorcha paralímpica. Malsar tenía mucha dificultad para caminar, y la lluvia tampoco ayudaba su andar, pero cuando perdió el equilibrio por el peso de la antorcha, todo el estadio se levantó conmovido para hacerle sentir que su tarea no había culminado. Por eso se levantó con más fuerza y emoción y terminó entregando la antorcha con el aplauso y las lágrimas de miles en el Maracaná. Fueron 4 ex atletas los encargados de hacer el último recorrido hasta el pebetero que finalmente fue encendido con éxito por el nadador Clodoaldo Silva, también multiple ganador para Brasil. La lluvia hizo más espectacular el momento, que fue acompañado con fuegos artificiales y la mirada atenta de las delegaciones a un costado del escenario y finalmente se dio la bienvenida a la inspiración. Esta es una fiesta diferente, una que invita a todos a sentir un mismo corazón y lo mejor es que es tan barato que no se necesite ser turista para disfrutarlo.