El
fútbol femenino es una realidad, así lo reconoce la FIFA con sus cifras, pues entre 2000 y 2006, el fútbol aficionado creció en 16% en
hombres y 138% en mujeres (López García, 2015). Así mismo para el 2016 el
número de mujeres alrededor del fútbol ascendió a 30 millones y se estima que
para 2019 sea de 45 millones, aprovechando el mundial de Francia, donde se
cumplirán 25 años del primer mundial femenil. A nivel institucional también ha
sido impresionante el crecimiento ya que en el 2008 “sólo 22 asociaciones
miembro tomaron parte de las iniciativas sobre el desarrollo del fútbol
femenino” según Gianni Infantino, presidente de la FIFA. Hoy en día 195
naciones miembros lo hicieron.
La
CONMEBOL también tomó medidas para que el fútbol femenino progrese en nuestra
región. Desde 2009 se creó la Copa Libertadores femenina para fomentar la
inclusión de mujeres en el fútbol sudamericano, pero la competitividad sigue
siendo muy baja. Con la ley que exige a cada equipo masculino tener uno
femenino, la inclusión en el deporte dejará de ser un espejismo para
convertirse en realidad.
Sin
dudas, este 2017 será un año especial para el fútbol femenino mundial, en
especial el sudamericano. A partir de este año tendremos varias ligas femeninas
debutantes, incluyendo la colombiana. La nuestra arranca siendo una de las más
atractivas ya que la selección nacional logró ganarse el respeto de todos con
sus participaciones internacionales, especialmente en el mundial de Canadá de
2015 con la victoria ante Francia, una de las potencias mundiales, y en los
Juegos Olímpicos de Río 2016 con el empate a 2 ante la toda poderosa selección
de Estados Unidos. Pero también por lo que institucionalmente está consolidado
y lo que se viene en el mediano y largo plazo. A continuación, lo bueno, lo
malo y lo feo de la primera liga femenina en Colombia.
Lo bueno:
Las
chicas de la selección Colombia tienen lo que merecen después de pedirlo y
lucharlo tanto. Algunas tienen procesos con la selección desde 2008, por lo que
han estado en convocatorias de sub 17, sub 20 y mayores para sudamericanos,
mundiales y Juegos Olímpicos.
“Este torneo nacional ayudará a que suba el nivel de la selección.
Nosotras entrenábamos cada seis meses o cada año, y ahora pasamos a entrenar
diariamente en doble turno y jugamos cada ocho días. El nivel de todas va a
subir y así la selección va a seguir creciendo, porque además se van a mostrar
muchísimas más niñas que deseaban tener esta oportunidad y podrán ahora ser
tenidas en cuenta”, comentó a la FIFA.com la #10 del
combinado nacional, Yoreli Rincón, que pertenece al Patriotas Boyacá.
Por
su parte Daniela Montoya, antioqueña, volante 6 del seleccionado nacional dijo:
“Era lo que necesitábamos. Hicimos grandes logros inesperados sin tener una
liga ni un ritmo competitivo. Ahora que tenemos contratos profesionales podemos
darle la prioridad al deporte y eso repercutirá en aumentar el nivel del torneo”.
Montoya, decidió seguir con Envigado Formas Íntimas al tiempo que terminará sus
estudios también vinculados al deporte.
La
FIFA también señala como punto aparte, la consolidación de la liga profesional
femenina como un proyecto casi completo, donde se destaca la apertura a la
transmisión de partidos (un punto que en otras ligas de más renombre aún no se
consigue), el acompañamiento de la empresa privada y el gobierno nacional, y
los incentivos educativos para las jugadoras del equipo ganador. En conclusión,
fue un ‘FELICITACIONES’, así, en mayúsculas por este hito conseguido.
Para los cuerpos técnicos que han
venido fomentando el fútbol femenino en Colombia, también significa una gran
oportunidad para dejar la informalidad y crecer como profesionales. Distintos
clubes amateurs o aficionados se aliaron con los equipos profesionales dado que
la DIMAYOR no permitió que surgieran como independientes. Por eso, Formas
Intimas está representando a Envigado, Botín de Oro está con Bucaramanga, Generaciones Palmiranas se alió con
Cortuluá, Real Pasión con Fortaleza, Élite Cartagena con Real Cartagena, Futuro
Soccer está con Independiente Santa Fe, entre otros.
El arbitraje que históricamente ha sido
un espacio casi exclusivo para hombres, también tiene una oportunidad
inigualable para las mujeres con la liga femenina. La prioridad la tienen
ellas, y mientras la liga avance, la calidad de árbitras también crecerá. Por
eso fecha tras fecha, aparecen distintas árbitras que esperaban una chance en
el balompié nacional. Algunas como María Victoria Daza con amplio recorrido y
la consigna de FIFA.
El periodismo es otra de las áreas
que termina beneficiada con la entrada del fútbol femenino profesional. Con
esto no sólo se benefician mujeres, sino también medios independientes o
periodistas que sigan el deporte. Algunos sitios web como
futbolfemeninocolombiano.com o feminafutbol.com, ya venían realizando un
cubrimiento excepcional a la actualidad del fútbol femenino nacional y mundial.
Otros son jóvenes talentos que ven una oportunidad para crecer aprovechando un
campo donde no todos los medios realizan cubrimientos. En lo personal este es
un sueño y una gran oportunidad laboral, pero también un compromiso que hago
conmigo misma para ser mejor y ayudar a que la mayor cantidad de personas
posibles sepan que pasa con nuestros equipos, en especial, con el de mi ciudad.
Los espectadores también resultan
beneficiados con mayor espectáculo, y una información más variada y versátil en
deportes, sobre todo porque según una investigación publicada en Communication
& Sport por Cheryl Cooky, Michael A. Messner y Michela
Musto, menos del 5% del contenido en los grandes canales deportivos está
destinado al deporte femenino (Salinas, 2017).
Aquí es donde interviene el mercado,
que también se expande oportunamente. Con el mejor mundial de la historia para
la selección masculina en 2014 y la femenina en 2015, el campeón de América
siendo colombiano (Nacional) y el pasado de la sudamericana también (Santa fe),
los clubes profesionales seducen más fácilmente a los grupos empresariales y el
dinero de privados. El marketing ha sido fundamental para el crecimiento del
fútbol masculino, la idea es que con las mujeres sea igual. De arranque el
proyecto cuenta con patrocinios de empresas como Avianca en alianza con
Coldeportes, pero se necesita más apoyo, por ejemplo, en la publicidad para los
equipos.
En general la entrada del fútbol
femenino profesional genera mayor crecimiento, más empleos y la expectativa de
que las nuevas generaciones puedan tener las facilidades para practicar el
deporte sin pasar por tantos obstáculos como sí lo hicieron los de la presente
y pasada generación.
En México y Venezuela también iniciará una liga profesional en el 2017.
Sin embargo, en México las plantillas serán sub 23 y en Venezuela todos los
contratos de las jugadoras serán de un salario mínimo. En Argentina, donde ya
hay una liga profesional, “el
fútbol femenino crece cada año un 400 por ciento, aunque no hay cifras reales
porque la AFA (Asociación del Fútbol Argentino) no tiene registro”, según
afirma Paula Fernández Delgado, fundadora de la escuela formativa privada
de Fútbol a lo Femenino.
La
CONMEBOL astutamente avaló mediante una ley que todos los equipos masculinos
deben tener uno femenino en sus respectivas ligas si quieren participar en las
próximas copas internacionales. De hecho, la FIFA implementará esta medida
desde 2021, lo que indica que en la década entrante tendremos un número récord
de clubes femeninos en el mundo.
Algunas
jugadoras extranjeras optaron por jugar en Colombia en vez de esperar la liga
de sus países, lo que favorece la competitividad. Por ejemplo, para Oriana
Altuve, venezolana y goleadora de la pasada Copa Libertadores femenina,
seguramente había una oportunidad en su país, pero el proyecto de Independiente
Santa fe parece más atractivo. Algunos estaban preocupados porque se permitan
tantas extranjeras, pero la DIMAYOR explicó que hoy se permiten 8 cupos para
extranjeras, a partir de 2018 serán 6 y en el 2019 se regulará a 4 cupos por
equipo.
Institucionalmente
nos falta mucho para que este sea un proyecto autosostenible, pero podemos
decir que el fútbol femenino es uno de los deportes con mayor crecimiento en el
mundo. Apenas estamos notando la revolución que se viene, lo más positivo es
que la apuesta en Colombia haya sido interdisciplinar y tenga el apoyo de
líderes como Clara Luz Roldán, que además impulsa el discurso de género: “Con
esto se promueve la participación de las mujeres en todos los niveles y
estructuras del deporte, con la finalidad de potenciar la igualdad material
entre hombre y mujeres como lo indica el Comité Olímpico Internacional”,
dijo Roldán, primera mujer en ser directora de Coldeportes. Así mismo, Jorge
Perdomo, presidente de la DIMAYOR, se mostró “muy complacido con el inicio
de la Liga Femenina” y afirmó: “El sueño de las niñas era que
Colombia contara con una liga femenina de fútbol. La sociedad colombiana
necesita ser incluyente para que haya un verdadero cambio”.
Lo malo:
Hay
quienes se preguntaban por qué Nacional, Medellín, Cali, Junior, Millonarios y
otros más, no sacaron un equipo femenino, y también porqué están jugando Copa
Sudamericana o Libertadores si la nueva reglamentación de Conmebol no les
permitía participar. Pues bien, esto porque la ley entrará en vigencia a partir
de 2019, sin embargo, esto significa que si estos equipos son campeones o
acceden a la próxima copa, necesitarán sí o sí tener un equipo para ese año, lo
que implica que en el 2018 muy posiblemente iniciarán su participación en la
Liga.
Eso
sí, lo harán desde una posible segunda división dado que la mayoría de equipos
chicos accedieron a tener un equipo femenino desde 2017. Algunos lo hicieron
escapándole a 2 división (ya suficiente tienen con el equipo de hombres en la
B), otros por publicidad para el club y algunos porque ya tenían ideas para
iniciar un equipo femenino. La razón depende mucho de la ciudad, la cultura
deportiva y la capacidad de pago de los equipos. Por ejemplo, Envigado es un
club acostumbrado a formar jugadores, mientras que Alianza Petrolera es un club
que aspira a ser importante en su región.
Ahora
bien, ¿por qué los equipos grandes no participan en la liga femenina en
Colombia? Según las declaraciones no hay una lógica conjunta. Por ejemplo, el
presidente de Millonarios, Enrique Camacho, afirmó en octubre de 2016: “nosotros no participaremos por el déficit
económico del club, que se incrementó con la reciente sanción que tuvimos y que
llega a 3.400 millones de pesos. Así no podemos invertir en una Liga Profesional
Femenina y armar un equipo de alto nivel competitivo de acuerdo a lo que es
nuestra historia y tradición”.
Mientras que Álvaro Gonzales Rubio, presidente de Junior anunció en marzo de
2016 que veían “con mucho interés” la posibilidad de entrar a la liga,
pero en octubre del mismo año expresó que el cuadro barranquillero “tenía
otras prioridades”. Álvaro Martínez, presidente del Deportivo Cali, alude
otra razón para no estar presentes: “No podemos salir a sacar un
recogido de niñas y hacer un equipo profesional de un momento a otro”. En
marzo el directivo del equipo ‘azucarero’ dijo que no habían pensado en tener
un equipo femenino, pero tendrían que analizarlo y al igual que los otros
presidentes en octubre informaron que no iban a participar.
Caso diferente fue el de Atlético Nacional que tardó un poco más para
rechazar la invitación de la DIMAYOR. Entonces, ¿por qué renunciaron a tener un
equipo femenino? En agosto del 2016 un grupo de dirigentes se reunieron en
Cartagena. Los directivos de Millonarios, América, Cali, Nacional, Junior,
Medellín, Tolima y Once Caldas conformaron el denominado G8 del fútbol colombiano.
La idea era llevar propuestas a la DIMAYOR con respecto a temas muy
específicos: la posibilidad de un gobierno corporativo, es decir, un cambio en el
modelo administrativo donde no haya un presidente y una asamblea, sino una
junta directiva, y una mejor distribución de los dineros de los contratos por
derechos televisivos. Sobre este último punto, Martínez quien además es el
líder del grupo dijo: “Hay
países como Perú y Chile, con economías parecidas a las nuestras, que sus
equipos más representativos reciben de 4 a 5 veces más que lo que recibimos los
equipos colombianos. Eso hay que revisarlo y nos hemos asesorado muy bien para
no hacer peticiones desproporcionadas a la realidad de lo que ingresa por
televisión". Es decir, buscaban que el dinero por las transmisiones de
televisión sea más proporcional, por lo tanto, los favorezcan más a ellos como
equipos grandes, con hinchadas en todo el país.
Presidentes del G8 en Cartagena. Foto de 'El
Heraldo'.
Estas
propuestas no fueron tenidas en cuenta por la DIMAYOR en la asamblea que se
realizó en septiembre, y a partir de entonces hubo un distanciamiento entre
ambas partes. Los clubes determinaron no participar en la Liga femenina
impulsada por DIMAYOR y fue allí donde las declaraciones empezaron a
distorsionarse. El hecho de que los derechos televisivos en la liga femenina
sean mucho menos significativos también pudo haber interferido, pero la
rebeldía de los grandes de Colombia llevó a darle la espalda a la iniciativa
histórica, al menos en un principio.
América
de Cali fue el único club del G8 que accedió a participar, principalmente
porque el proceso ya estaba muy adelantado y la hija de Don Tulio, presidente
del club, se hizo cargo desde un principio. Santa fe terminó siendo la
contracara del G8. César Pastrana, presidente del club, mostró su interés desde
el principio por participar en la liga femenina, aunque fue señalado por sus
acercamientos a la DIMAYOR, en especial con Jorge Perdomo, presidente del
mismo.
Lo
cierto es que la pelea entre los dirigentes y la DIMAYOR terminó afectando los
intereses del fútbol femenino colombiano. Afortunadamente la liga inició con
pie derecho pero habría sido mucho más significativo con los equipos grandes de
por medio. La competitividad, el dinero, los contratos, la televisión, la
publicidad y sobre todo el espectáculo habrían aumentado la expectativa de
todos.
A los clubes pequeños les sienta bien no tener tanta competencia en el
camino. Los casos de Orsomarso y Cúcuta se destacan, especialmente porque sus
equipos masculinos están en 2 división y hasta el momento son protagonistas de
la liga femenina con una capacidad estructural, deportiva y económica menor a
la de equipos como Millonarios, que igual acude a un tema económico para
renunciar a la liga. El
hecho es que una “inversión importante” en el fútbol femenino termina siendo
insignificante comparado con el de los hombres.
El
mejor ejemplo es el presente de Atlético Nacional. Es el campeón de la pasada
Copa Libertadores de América, sí tenía un proceso previo con mujeres en su
club, y de haberse concretado la alianza con Formas Íntimas, iba a ser al igual
que con los hombres, el favorito al título. El club no dio una respuesta formal
porque dinero sabemos que tiene, tanto que se inauguró un centro de alto
rendimiento a finales de enero donde hubo un desembolso de 11 mil millones de
pesos.
Ahora
bien, los medios tampoco se preocuparon demasiado porque los grandes se hayan
lavado las manos de su pelea con la DIMAYOR a través del futbol femenino. Mejor
dicho, entre declaraciones diplomáticas de los propios presidentes de los
clubes, no llegaríamos a entender por qué equipos como Junior o Cali no tienen
un equipo femenino, pero sí lo tienen Alianza Petrolera o Unión Magdalena.
Además está el hecho, no menor, que algunos de los que rechazaron la propuesta
contaban con una base con la que podían competir sin necesidad de grandes
alianzas con clubes aficionados, por ejemplo Millonarios, Nacional o Medellín.
Algunos dirigentes se pronunciaron al respecto, y sea justificable o no, pero
lo hicieron, el resto permaneció en silencio, pero no tanto como la propia
prensa que poco cuestionó las declaraciones o la falta de las mismas.
La
verdad es que poco se habla de fútbol femenino. Las notas personales a las
jugadoras de selección Colombia como Yoreli Rincón, Leicy Santos o Nicole
Regnier son las más fáciles de encontrar, pero a excepción de Santa fe y
América es muy difícil saber de los equipos y su andar, tanto así que haciendo
un seguimiento en la prensa escrita nacional, solo hasta la 4ta. Fecha de la
liga, el periódico ‘El Espectador’ publicó los resultados de la jornada. En
otros casos era fácil encontrar si el Patriotas de Yoreli o el mismo Santa fe,
que ha conseguido más titulares, ganó o perdió. La televisión no se queda
atrás, los canales nacionales han realizado un cubrimiento pobre a la liga femenina.
Sabemos que en comparación con la de hombres hay mucha diferencia sobre todo en
el número de seguidores, pero lo mínimo sería impulsar un resumen. Win Sports
como canal dueño de los derechos televisivos ha aprovechado la publicidad de
ser el canal de deportes de Colombia, pero ni siquiera en la página web se
encuentra un apartado para ver las próximas fechas y lo que se ha jugado. La
DIMAYOR tampoco ha hecho la tarea completa. En el recuadro principal no aparece
la liga femenina, como si pasa con los otros torneos en competencia. De hecho cada jornada es anexada como una nota adicional. ¿Acaso es
mucha tarea ubicar la liga femenina en el recuadro al que todos acceden cuando buscan la
información rápida?
Lo feo:
Primero
debíamos tener una liga, ahora hay que trabajar por ella. Siendo conscientes,
sabemos que la liga femenina aún no logra
el profesionalismo deseado pues en varios aspectos mantenemos un nivel
aficionado. Esto también es normal, poco a poco la competencia deberá ir
exigiendo más a todas las partes. Las chicas, por ejemplo, sabemos que muchas
son menores, algunas no tienen las condiciones físicas ni la fundamentación
técnica para el profesionalismo, pero en general el nivel por equipos ha
superado las expectativas de la mayoría.
La adaptación será todo un proceso donde los clubes deben poner mucho de
su parte. Bucaramanga ha sido uno de los más criticados debido al trato que se
le ofrece al equipo femenino. Según Lasdosorillas.com y feminafutbol.com, las
leopardas no arrancaron la liga entrenando en la sede oficial del club porque
no hubo permiso y el club no respondió porqué. Así mismo, hasta antes de
empezar la liga la prensa local no sabía cuánto se le iba a pagar a las
jugadoras ni cuál sería el cuerpo técnico. Peor aún, hasta el día de hoy en la
página oficial solo aparece el plantel masculino y en un apartado algunas fotos
de las mujeres, pero sin nombres ni referencias. Real Cartagena también tuvo un
episodio desafortunado. En la fecha #5 enfrentando a Envigado en el Jaime Morón
se dio a conocer que el partido sería a puertas cerradas sin aviso público
previo. A las jugadoras se les avisó un día antes para que sus familiares y
allegados pudieran ingresar al estadio sin problemas, no obstante tanto la
prensa como los espectadores estaban confundidos y sorprendidos por la acción
disciplinaria. El rumor corría previamente pero el club no dio declaraciones al
respecto ni explicó por qué se presentó esta medida.
Por su parte la DIMAYOR lanzó una campaña por la equidad de género
aprovechando el 8 de marzo como trampolín: “Nuestro compromiso desde la
DIMAYOR es: “YO @DIMAYOR #MECOMPROMETO CON EL FÚTBOL PROFESIONAL FEMENINO”.
El compromiso debe ser consecutivo, no se puede descuidar el proyecto. Por eso
la prensa debe hacer un mejor seguimiento, en especial los locales a sus
respectivos clubes; los equipos deben ser conscientes de la situación, las
mujeres deben seguir actuando como profesionales en la cancha y mejorando en
los entrenamientos; los espectadores, en su mayoría público familiar, debe
seguir acompañando a los equipos; la DIMAYOR debe seguir teniendo voluntad y
disposición; la empresa privada debe seguir apoyando las finanzas pre
establecidas, así se conseguirá que la liga se consolide como proyecto
deportivo; la voluntad política será fundamental para el desarrollo del fútbol
femenino en Colombia.